Sello Mozart. Conmemoración 200 aniversario.

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Precioso sello de 1991, de Austria, conmemorando la muerte de Mozart.

Wolfgang Amadeus Mozart
(Salzburgo, 1756 – Viena, 1791)

Compositor
austríaco nacido en Salzburgo el 27 de enero de 1756. Sus prodigiosas
dotes musicales fueron pronto observadas por su padre, Leopold, que
decidió educarlo y, simultáneamente, exhibirlo (conjuntamente con la
hermana grande Nannerl –Maria Anna–) como fuente de ingresos. A la
edad de seis años, Mozart ya era un intèrprete avanzado de instrumentos
de tecla y un eficaz violinista, al mismo tiempo que demostraba una
extraordinaria capacidad para la improvisación y la lectura de
partituras. Aún hoy en día se interpretan cinco pequeñas piezas para
piano que compuso a aquella edad.
El año 1762 Leopold comenzó a
llevar a su hijo de gira por las cortes europeas. Primeramente a Munich y
a Viena y, en 1763 los Mozart emprendieron un largo viaje de tres años y
medio que supuso para el pequeño Wolfgang valiosas experiencias:
conoció la cèlebre orquesta y el estilo de Mannheim, la música francesa
en París, y el estilo galante de J.Ch. Bach en Londres. Durante este
periodo escribió sonatas, tanto para piano como para violín (1763) y una
sinfonía (K.16, 1764).
Ya de regreso a Salzburgo, continuó sus
primeras composiciones, entre les cuales encontramos la primera parte de
un oratorio, Die Schuldigkeit des ersten Gebots (La obligación del
Primer Mandamiento), la ópera cómica La finta semplice, y Bastien und
Bastienne, su primer singspiel (tipo de ópera alemana con partes
recitadas). El año 1769, con 13 años, era nombrado Konzertmeister del
arzobispado de su ciudad.
Después de unos cuantos años en casa, padre
e hijo marcharon a Italia (1769-71). En Milán, Mozart conoció al
compositor G.B. Sammartini; en Roma, el Papa lo condecoró con la
distinción de Caballero de la Espuela de Oro y en Bolonia contactó con
el padre Martini y realizó con éxito los exámenes de acceso a la
prestigiosa Accademia Filarmonica. El año 1770 le encargaron escribir la
que es su primera gran ópera, Mitridate, re di Ponto (1770), escrita en
Milán. Con esta obra, su reputación como músico se hizo aún más
patente.
Mozart volvió a Salzburgo en 1771. De los años
inmediatamente posteriores datan los primeros cuartetos para cuerda, las
sinfonías K.183, 199 y 200 (1773), el concierto para fagot K.191
(1774), las óperas La finta giardiniera e Il re pastore (1775), diversos
conciertos para piano, la serie de concirtos para violín y las primeras
sonatas para piano (1774-75).
En 1777 Mozart marchó hacia Munich con
su madre, Anna Maria. A la edad de veintiún años Mozart buscaba por las
corte europeas un lugar mejor remunerado y más satisfactorio que el que
tenía en Salzburgo bajo las órdenes del arzobispo Colloredo, pero sus
deseos no se cumplieron. Llegó a Mannheim, capital musical de Europa por
aquella época, con la idea de conseguir un puesto en su orquesta, y
allí se enamoró de Aloysia Weber. Posteriormente Leopold envió a su
esposa e hijo a París, donde éste estrenó la sinfonia K.297 y el ballet
«Les petits riens». La muerte de su madre en la capital francesa en
1778, el rechazo de Weber -después del segundo encuentro de Mozart con
la familia- y el menosprecio de los aristócratas para los que trabajaba,
hicieron que los dos años transcurridos entre su llegada a París y el
retorno a Salzburgo en 1779 fueran un periodo muy difícil en su vida.
Durante
los años siguientes compuso misas, las sinfonías K.318, 319 y 338 y la
ópera Idomeneo, re di Creta (Munich, 1781), influída por Gluck pero con
un sello ya totalmente propio.
El año 1781, Mozart rompe sus
relaciones laborales con el príncipe-arzobispo de Salzburgo y decide
trasladarse definitivamente a Viena. Allí compone el singspiel Die
Entführung aus dem Serail (El rapto en el serrallo), encargada en 1782
por el emperador José II.
Este mismo año se casa con Constanze Weber,
hermana pequeña de Aloysia; juntos vivieron frecuentemente perseguidos
por las deudas hasta la muerte de Mozart.
De esta época data su
amistad con F.J. Haydn a quien le dedicó seis cuartetos (1782-85);
estrenó también la sinfonía Haffner (K.385, 1785) y otras obras, de
expresividad muy superior a la de la música de su tiempo. La llegada de
Lorenzo da Ponte a Viena le proporcionó un libretista de excepción para
tres de sus mejores óperas: Le nozze di Figaro (1786), Don Giovanni
(1787) y Così fan tutte (1790). Muerto ése año Gluck, el emperador José
II concedió el cargo de kapellmeister a Mozart, pero redujo el salario,
hecho que impidió que saliese del círculo vicioso de deudas. Estas
crisis se reflejaron en obres como en el quinteto de cuerda K.516, en
las tres últimas sinfonías (K.543, 550 i 551, Júpiter, del 1788), los
últimos conciertos para piano, etc., contribuciones ingentes a estos
géneros. Los años finales Mozart escribió sus últimas óperas, Die
Zauberflöte (La flauta mágica) y La Clemenza di Tito, (1791) -escrita
con motivo de la coronación del nuevo emperador Leopold II-.
Precisamente mientras trabajaba en La flauta mágica, con libreto de
Emmanuel Schikaneder, el emisario de un misterioso conde Walsegg le
encargó una misa de réquiem. El Réquiem en Re menor K.626, inacabado por
la muerte de Mozart -el 5 de diciembre de 1791- fue su última
composición, acabada por su discípulo F.X. Süssmayr.

Mozart
se ha considerado el compositor más destacado de la historia de la
música occidental y su influencia fue profundísima, tanto en el mundo
germánico com en el latíno; su extensa producción incluye casi todos los
géneros (desde el lied y las danzas alemanas hasta los conciertos para
instrumento, las sinfonías y las óperas), y en cualquiera de ellos
podemos encontrar obras maestras que nos hacen recordar la apasionada
opinión de Goethe al referirse al compositor: «¿Cómo, si no, podría
manifestarse la Divinidad, a no ser por la evidencia de los milagros que
se producen en algunos hombres, que no hacen sino asombrarnos y
desconcertarnos?».

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